Nueva York, 16 de julio de 2001

En nombre de la Duquesa de Soria, y en el mío propio, quiero agradecer a la Hispanic Society of America la oportunidad que nos da, a quienes visitamos Nueva York, de descubrir este Museo y admirarnos con las maravillas que guarda, con los deslumbrantes tesoros de arte que contiene.

Queremos también agradecer a la Hispanic Society of America la oportunidad de estar presentes en esta inauguración que coincide con la del Congreso Internacional de Hispanistas que tiene lugar cada tres años, y que por primera vez se celebra en esta ciudad. La Fundación Duques de Soria, nuestra Fundación, tiene entre sus objetivos básicos el apoyo al hispanismo internacional, y este increíble Museo es sin duda un templo mayor del Hispanismo en el mundo. La exposición que ahora nos reúne supone un despliegue asombroso de libros y manuscritos de la máxima importancia, algunos de los cuales sólo se encuentran ya aquí, en la Hispanic Society.

La existencia misma de la Hispanic Society of America en Nueva York es de por sí altamente significativa. Demuestra la visión y la generosidad de Archer Milton Huntington, su fundador, cuyo amor e interés por la cultura española le hacen acreedor al derecho de ser reconocido como pionero y líder de los estudios hispánicos, y de ser recordado y honrado como uno de los máximos exponentes del hispanismo en el mundo.

La existencia de la Hispanic Society of America demuestra también, con sus actividades del máximo nivel –como esta exposición– y con el hecho de que todos ustedes estén hoy aquí para esta inauguración, el interés que un sector muy relevante de la sociedad norteamericana tiene por la cultura hispánica.

Para todos los que –como nosotros, como muchos de ustedes– somos parte de la cultura que se expresa en español, ya sea por nacimiento o por vocación, la Hispanic Society of America tiene la virtud de hacernos sentir auténticamente, cálidamente como en casa. Nos hace sentir en deuda con la memoria de Archer Milton Huntington, y con todos los que, como Mitchell Codding, mantienen viva, día tras día, esta extraordinaria y excepcional institución.