S.A.R. la Infanta Doña Margarita durante su intervención en la inauguración del curso 1995-1996

Soria, 5 de julio de 1995

Por cuarto año consecutivo tengo la satisfacción de estar aquí en Soria inaugurando el Curso de nuestra Fundación. Quiero resaltar el hecho de que este Curso empieza cuando termina el de la Universidad, no porque sea un curso de verano, ni conceptual ni cronológicamente (nuestros seminarios se extienden al otoño, al invierno, a la primavera, como ya acredita la memoria de la Fundación y como se irá haciendo cada vez más patente en los próximos años) sino para señalar con claridad la vocación de nuestra Fundación de servir de complemento a la Universidad, sin interferir en su actividad. La Fundación se ha propuesto contribuir al desarrollo universitario con iniciativas que por su naturaleza tienen difícil cabida en el marco de la enseñanza reglada, o en las que la agilidad que caracteriza a las fundaciones de iniciativa privada constituye un factor necesario.

Se abre hoy pues, en verano, el Curso de la Fundación, pero no se abre un curso de verano, sino de año completo. Y se abre en Soria, no porque el Curso de la Fundación se limite a Soria, sino para confirmar la voluntad fundacional de promover a Soria como centro de irradiación cultural. Digo irradiación, y no sólo actividad, porque en el ánimo de la Fundación está contribuir a hacer de Soria un foco de cultura con la fuerza y el prestigio necesarios para exportar desde esta tierra, con el nombre de Soria, iniciativas culturales de primer orden. En esa línea se inscriben los seminarios que la Fundación está ya organizando, con nuestro nombre -que es el de Soria- en Salamanca; los que va a organizar próximamente en Valladolid; las actividades que ocasionalmente organizamos fuera de Castilla y León, y aquellas que, unas ocasionalmente y otras de manera estable, tienen lugar fuera de España. Y en el ánimo de la Fundación está también atraer a esta tierra -mediante la demostración con nuestra actividad de la idoneidad de Soria para la acción cultural- iniciativas culturales de otras instituciones, relacionadas o no con nuestra Fundación. Quiero recordar en este punto a la Asociación Internacional de Hispanistas, que ha elegido fijar en este Convento de la Merced su Centro en España, confirmando así nuestro criterio respecto a la idoneidad cultural de Soria.

Desde la Fundación defendemos que la cultura española no se agota en la Lengua, y así lo demostramos organizando seminarios sobre las más diferentes áreas del saber, incluso sobre Ciencias Experimentales. Pero eso sí, somos bien conscientes de que nuestra Lengua, por su implantación internacional y por el creciente número de personas que la estudian y conocen, es el vehículo fundamental de la cultura española, como valiosísima herramienta de comunicación que, en un mundo orientado por las comunicaciones, constituye tal vez el más claro e importante activo con que cuentan los pueblos de cultura española en el concierto de las naciones.

Con el Curso de la Fundación buscamos no sólo promover el debate entre especialistas y fomentar la participación de los estudiantes, sino crear un caldo de cultivo adecuado para el fermento y desarrollo de nuevas ideas e investigaciones. Y pretendemos además extender la repercusión de nuestros seminarios desde el ámbito estrictamente académico al ámbito general de la localidad en que se celebran, con sesiones abiertas al público en general.

El año pasado, desde aquí mismo, como poco antes había hecho ante Sus Majestades los Reyes, anuncié la iniciativa de la Fundación de ahondar en el estudio de 1898, anticipándonos a la estricta conmemoración de su centenario. En la Fundación creemos en el importante futuro de la cultura española, pero sabemos que prepararse para el futuro exige conocer el pasado. Y queremos abordar con la máxima objetividad el estudio de ese periodo cercano de nuestra historia que, tal vez por su misma cercanía, no se ha estudiado aún con perspectiva suficiente.

Conviene decir que esta es una Fundación con grandes objetivos e importantes realizaciones, pero que no aspira -ni podría aspirar- a otra cosa que a apuntar modestamente en la dirección que nos parece más adecuada para los intereses generales de la cultura española, con la esperanza de que otras instancias e iniciativas, con los medios y la implantación más adecuados en cada caso, orienten sus esfuerzos en la misma dirección.

También el año pasado, desde esta misma tribuna, me referí al convenio que va a permitir el pleno rendimiento de esta Sede nuestra, gracias al Ministerio de Educación y Ciencia, a la Junta de Castilla y León, a la Universidad de Valladolid, al Ayuntamiento de Soria, y a la Diputación Provincial que tan generosamente nos cedió en su día este magnífico edificio. Pues bien, hoy puedo anunciar, con profunda satisfacción, el inicio inminente de las obras que proporcionarán a nuestra Fundación la base idónea para su desarrollo futuro y para potenciar su implantación local. Estos años de provisionalidad nos han dado experiencia, y nos han servido de preparación para hacer frente a esa exigencia de calidad y superación que nos hemos impuesto.

No quiero terminar sin dar las gracias a todos los que hacen posible nuestra actividad: A la ciudad de Soria y a sus habitantes, por la hospitalidad con que año tras año acogen el núcleo principal de nuestros Seminarios, que ahora comienza; a los directores, coordinadores y profesores de nuestros Seminarios, y a todos los que participan en ellos; a los Patronos Institucionales de nuestra Fundación, a los que lo son a título personal y a los que colaboran en la valiosísima Subcomisión de Actividades; al equipo de profesionales que con su permanente dedicación, eficaz e ilusionada, llevan nuestros programas a buen término; y -por supuesto- a todas aquellas instituciones que prestan su colaboración y patrocinio para alguno de nuestros programas, y de modo muy especial a Caja Salamanca y Soria, que desde el principio viene prestando su apoyo al conjunto de las actividades de nuestra Fundación.

Termino pues, reiterando a todos nuestro agradecimiento más sincero, y deseando a quienes participan en nuestros Seminarios que extraigan de su participación el máximo provecho.