S.A.R. la Infanta Doña Margarita durante su intervención en la inauguración del curso 1994-1995

Soria, 5 de julio de 1994

Este es el tercer año que nuestra Fundación organiza el Curso de Verano en Soria, como conjunto de actividades académicas. Aunque ya antes del 92 había organizado Seminarios de Verano: uno dirigido por el Prof. Elliott sobre Historia de España, y otro dirigido por el Prof. Brown sobre Historia del Arte. Y ya en los veranos de 1990 y 1991 la Fundación puso en funcionamiento, en Soria, su Curso de Industrias de la Lengua, del que este año empieza una nueva etapa.

Es Soria la Sede de estos Cursos, como lo es de la Fundación, por libre elección, porque Soria -lo hemos dicho siempre- reúne las cualidades para ser un foco destacadísimo en la promoción de nuestra cultura. Y aprovechar esas cualidades de Soria es un empeño permanente de la Fundación, en el que contamos con el sólido e indispensable apoyo de las más importantes instituciones sorianas o presentes en Soria, como la Diputación, el Ayuntamiento, la Universidad, la Caja, la Junta de Castilla y León, e incluso el Ministerio de Educación y Ciencia.

La Fundación, fiel a su línea habitual, se mantiene centrada en lengua, historia y literatura española, aunque se ocupa también de otras áreas, porque queremos dejar patente que la cultura no se reduce a las artes y a las humanidades, sino que abarca todas la áreas del saber.

Con estos cursos buscamos, y lo estamos consiguiendo, promover el debate entre especialistas y perfeccionar la formación de estudiantes, con especial atención a los de doctorado fomentando su participación activa.

Este año, en que la Fundación celebra su quinto aniversario, marca el principio de una nueva etapa, con especial repercusión para nuestras actividades en Soria, ya que en Mayo pasado firmamos el Convenio que va a permitir el pleno rendimiento de esta nuestra Sede, gracias al Ministerio de Educación y Ciencia, a la Junta de Castilla y León, a la Universidad, a la Diputación y al Ayuntamiento.

Este quinto aniversario nos quedará además imborrablemente señalado por el nacimiento de la Cátedra Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona, que deseamos que sea un eficaz instrumento para el acercamiento entre personas e instituciones de España y de Portugal, en memoria de Mi querido Padre que tanto hizo desde Estoril por el acercamiento en concordia y libertad de los hombres de letras y de ciencia de ambos países.

Y también en este año tan especial, la Fundación ha puesto en marcha el proyecto que hice público el 8 de marzo pasado ante Sus Majestades los Reyes de centrar buena parte de su programación, para los años 96, 97 y 98, en el estudio y comprensión de lo que supuso 1898. La Fundación está ya preparando, para presentarla en 1995, esa programación plurianual, siguiendo como es su norma criterios de interés científico y de seriedad. Se pretende buscar aportaciones positivas para entender ese fin de siglo, en que se separan los territorios de Ultramar, afectando a la conciencia nacional y a la economía, pero florece en cambio la generación del 98, el modernismo, un nuevo tejido empresarial español, y planteamientos innovadores sobre literatura, ciencia y pensamiento. Con este proyecto tan importante, la Fundación quiere aportar su contribución al fin del milenio, para que el estudio sereno de nuestra realidad de hace un siglo nos permita abordar mejor los retos del próximo.

Pero todos estos objetivos, y este Curso que hoy inauguramos no podrían llevarse a cabo sin la contribución de quienes forman esta Fundación, de su excelente equipo gestor y de su Patronato tan eficaz como brillante, que son su mejor patrimonio, y de quienes con su mecenazgo hacen materialmente posibles nuestras actividades.

Y nada más. Quiero desear a todos los participantes en el Curso una feliz y provechosa estancia en Soria, que puedan recordar en el futuro no sólo por la grata hospitalidad soriana, sino por la aportación positiva que haya supuesto para su formación. Si así ocurre, habremos alcanzado nuestro objetivo.