Soria, 29 de noviembre de 1999

Para la Fundación Duques de Soria, cuyo Patronato presido, es un orgullo que Vuestras Majestades nos hayan honrado al presidir una de nuestras sesiones de trabajo, y al inaugurar nuestra Sede, este antiguo Convento de la Merced.

No puedo dejar de evocar en este momento el primer encuentro de nuestra Fundación con Vuestras Majestades, que tuvo lugar en nuestra Subsede de Salamanca en marzo de 1994, con ocasión de la adscripción académica de la Cátedra Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona, a la Universidade de Lisboa y a la Universidad de Salamanca. En aquella ocasión Vuestras Majestades también nos honraron presidiendo, como hoy antes de este acto, un Pleno de nuestro Patronato. Y Vuestra Majestad, al dirigirse a la Fundación, hizo mención al vínculo que por medio de la Fundación Duques de Soria estaba naciendo entre Salamanca y Soria. Ese vínculo ha seguido estrechándose, y precisamente en este momento la Fundación tiene en marcha en la provincia de Salamanca la rehabilitación del Palacio de los Águila, de Ciudad Rodrigo, desde el que se van a potenciar los Encuentros Luso-Españoles de la Cátedra D. Juan de Borbón, Conde de Barcelona. En aquella reunión Vuestra Majestad se refirió a Soria como “uno de los más prometedores focos de desarrollo cultural”.

Y hoy la Fundación Duques de Soria puede decir, cinco años después, con el legítimo orgullo de quien de algún modo ha contribuido con sus actividades a extender el nombre de Soria por todo el mundo, como referencia cultural de primer orden, que Soria es ya hoy, mucho más que una promesa, una realidad en el mundo de la cultura de habla española. En efecto, en nuestra Sede ha fijado su base española la Asociación Internacional de Hispanistas, que agrupa a cerca de 2000 estudiosos de nuestra cultura que trabajan en universidades de los cinco continentes. Y aquí tuvo lugar en el mes de julio del año pasado una parte importante del XIII Congreso Internacional de dicha Asociación, que Vuestras Majestades tuvieron a bien inaugurar en Madrid. La actual Junta Directiva de la Asociación fue elegida precisamente en Soria.

En este año 1999 la Fundación ha cumplido diez años, y por eso he creído importante presentar ante Vuestras Majestades un breve balance de la actividad que en ese tiempo hemos desarrollado.

La Fundación Duques de Soria, en su corta vida, especialmente intensa en los últimos cinco años, ha organizado 177 reuniones científicas monográficas del más alto nivel, de las que han surgido hasta el día de hoy 46 publicaciones, y en las que han participado algo más de 7.450 profesores, investigadores y académicos.

Las materias a las que la Fundación dedica su atención abarcan todo el campo del conocimiento, como forma de resaltar que, para la institución que presido, la cultura no se limita a las letras y a las bellas artes, sino que se extiende a todas las áreas del saber: Lengua, Literatura, Poesía, Traducción, Música, Filosofía, Historia, Arte, Arqueología, Medio Ambiente, Economía, Derecho, Arquitectura, Informática, Medicina, Biología, Física, etc.

La Fundación mantiene como núcleo principal los seminarios que siguen el modelo propuesto por Sir John Elliott, ilustre miembro fundador de nuestro Patronato, con características que les confieren una personalidad propia y diferenciada. Aunque se plantean como reuniones de especialistas, la Fundación cree que la cultura solo adquiere su verdadera dimensión cuando se extiende al cuerpo social. Y por eso nos venimos ocupando también de organizar conferencias y mesas redondas abiertas al público, para que quienes no pertenecen al universo académico tengan acceso al trabajo que desarrollan los estudiosos. En esta línea, la Fundación ha organizado a lo largo de su vida 348 conferencias y actos académicos abiertos al público. De estos ciclos de divulgación cultural se han beneficiado hasta el día de hoy algo más de 16.200 personas.

En esta misma línea de favorecer la difusión del conocimiento entre el gran público, la Fundación puso en marcha en 1993 un Servicio de Guías Universitarios que se ocupa de mostrar al público, con la más alta especialización y de forma gratuita, yacimientos arqueológicos como los de Numancia, Tiermes, Atapuerca y Ambrona, o monumentos como la Ermita de San Saturio, en Soria. El éxito de este Servicio ha ido creciendo en los últimos seis años, y solamente en 1999 nuestros guías han atendido a más de 81.000 visitantes.

La Fundación tiene en Soria su centro de gravedad, pero el estudio, promoción y difusión de la cultura en lengua española es algo que no cabe dentro de ningún límite territorial. Por eso desarrollamos nuestra actividad en el ámbito del hispanismo extendido por todo el mundo, y en ciudades como Salamanca, Ciudad Rodrigo, Valladolid, Tordesillas, Trujillo, Madrid, Lisboa, Bruselas, Amberes, Gante, Lovaina, Utrecht, etc. En este momento la Fundación colabora con el Instituto Cervantes en la instalación y gestión de Aulas Virtuales de Español en universidades del este de Europa, de las que se han concretado ya las de Praga y Budapest.

Parte de estas actividades se enmarcan en programas permanentes de la Fundación, entre los que citaré nuestras cuatro Cátedras: la Cátedra Carlos V, que desarrolla su actividad en Bélgica y Holanda; la Cátedra Luis García de Valdeavellano, adscrita a la Universidad de Valladolid, que tiene por objeto fomentar, en memoria del gran historiador, los estudios e investigaciones sobre Historia de España. Están también la Cátedra Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona, que ya he mencionado y que dio sus primeros pasos en 1994 en presencia de Vuestras Majestades; y la Cátedra Atapuerca, que hoy mismo antes de este acto acaba de ser creada ante Vuestras Majestades para fomentar las investigaciones en torno al yacimiento de Atapuerca, fuente de información única en el mundo sobre el pasado de nuestra especie.

Citaré también el Centro de Apoyo al Hispanismo, el Instituto del Paisaje y el Centro para la Historia Industrial de España. O el Centro Coordinador de Formación Hispánica, creado para gestionar becas que otras instituciones destinen a la especialización en España de postgraduados iberoamericanos. Y tengo especial interés en mencionar también la Escuela Taller Duques de Soria, que fue hace ya diez años la primera actuación local de la Fundación, en apoyo al Ayuntamiento de Soria. La Escuela ha formado en esta ciudad desde entonces a 155 nuevos profesionales de oficios en peligro de desaparecer, contribuyendo a su inserción laboral y a la recuperación del patrimonio de la ciudad.

Al hacer este balance es fácil constatar que nada de esto habría sido posible sin el importantísimo motor del mecenazgo, entendido en sentido amplio. No sólo económico, que es sin duda indispensable, sino también personal. Pues como mecenazgo cabe definir la actividad desinteresada de tantos especialistas y personalidades que prestan su colaboración pensando ante todo en el interés de la ciencia y de la sociedad. Ese espíritu de mecenazgo explica el altísimo interés demostrado por todos los miembros de nuestro Patronato y por todo nuestro equipo de gestión.

Ante Vuestras Majestades, pues, agradezco en nombre de la Fundación Duques de Soria a todos los que nos han prestado y nos prestan su mecenazgo, empezando por quienes nos dedican tanto de su tiempo y de su atención, en especial los Duques de Soria, promotores de la idea fundacional y Presidentes de Honor que son mucho más que eso, por su continua dedicación y por la atención y estímulo que prestan a nuestras actividades, y cuyo permanente interés por Soria y por la cultura tanto significan para esta Institución.