SORIA
El nuevo Plan de la Junta descubre los restos de un singular ejemplo de galería porticada en forma de ‘L’ y enterramientos medievales.
Los trabajos desescombro y documentación que se están realizando en la ermita de la Virgen de Vallejo de Alcozar, dentro del Proyecto Cultural Soria Románica, programa promovido por la Junta de Castilla y León y gestionado por la Fundación Duques de Soria con la colaboración de la Diócesis Osma-Soria, descubren nuevos restos de un singular ejemplo de galería porticada en forma de ‘L’ y varios enterramientos medievales.

En el sondeo arqueológico realizado en la esquina suroeste del edificio, se ha localizado el inicio de una galería porticada y el basamento de una puerta, así como los restos de una arquivolta con ajedrezado, lo que confirma la existencia de una galería adosada a la nave principal por sus lados norte y oeste.

Este importante hallazgo hallazgo constituye un singular ejemplo en la provincia de Soria, ya que sería la única galería que mantiene esta estructura original en ‘L’. En el otro ejemplo conocido, el de la Iglesia de San Miguel de Andaluz, la galería primitiva ocupaba una situación similar a la de Alcozar pero, en la actualidad, se encuentra parcialmente remontada al sur.

El descubrimiento de estos restos completa al que se llevó a cabo durante los trabajos realizados sobre el muro norte de la iglesia que corresponde al de la galería porticada románica que fue cegada en su día. Los capiteles y fustes originales que sustentaban la galería se conservan embutidos en este muro. En total se han encontrado siete capiteles con motivos vegetales y figurados y fustes dobles.

El estudio de la decoración de estos capiteles permitirá relacionar la ermita de Alcozar con otros edificios similares y profundizar sobre el románico soriano y, en particular, sobre la arquitectura de las galerías porticadas que se encuentra en este territorio.

Por otra parte, en la excavación arqueológica que se desarrolla junto a los trabajos de desescombro del inmueble, se han encontrado enterramientos excavados en roca en forma de bañera y antropomorfos, con una cronología entre los siglo XI y XII, que se disponen en dirección este oeste, paralelos al muro de la iglesia.

Éxito en el arranque del Plan Soria Románica

«Alcozar está confirmando la calidad y oportunidad de las nuevas metodologías puestas en marcha por la Junta en materia de intervención en el Patrimonio” ha manifestado el Director General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León.

«En efecto –continúa-, el Proyecto Cultural Soria Románica interviene en la ermita de Alcozar desde una perspectiva global, ya que no trata al edificio como un elemento aislado sino como una pieza más del entorno en el que se asienta. En este sentido, como propone el Plan PAHIS, se trabaja no sólo en la consolidación y rehabilitación del inmueble, sino también en la restauración de los bienes muebles, como el artesonado de la sacristía; se realizan excavaciones arqueológicas, y también estudios para la aplicación de medidas de protección y adecuación del entorno. Todo ello desde el entendimiento del edificio como parte del sistema constituido por el asentamiento de todos estos pequeños templos medievales a lo largo del territorio común que definen”.

Ermita de la Virgen del Vallejo

La ermita de Alcozar aparece documentada desde el siglo XII. Tiene una sola nave con ábside semicircular plenamente románico y una galería porticada del mismo estilo, una de las señas de identidad del románico soriano, que se encuentra cegada. Esta galería, con siete arcos, tiene la singularidad de su orientación Norte, ya que la práctica totalidad de las galerías porticadas están situadas al Sur. La explicación de este hecho se debe a que el pueblo está emplazado al Norte de la ermita, lo que permite la visibilidad del mismo desde su atrio. La galería se cegó para ampliar el aforo de la iglesia y de esta manera se consiguió añadir una nave más al edificio con una mínima inversión en la reforma. Esta obra supuso que la galería románica quedara oculta.

La nave Sur del edificio se ha ido destruyendo por la acción del paso del tiempo, treinta años después de que se abandonara al culto, sin que apenas quede nada más que un gran arco apuntado. La nave norte conserva dos arcos torales del siglo XVII. También destacan los canecillos románicos del ábside que actualmente dan al cementerio anejo.

La documentación sobre esta ermita revela el estado casi ruinoso en el que se encontraba a principios del siglo XIX, seguramente motivado por el cambio de la parroquia a la iglesia construida en el siglo XVIII en el pueblo. De esta manera, la Virgen del Vallejo sólo se empleaba para funciones funerarias y en la fiesta local.

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