José Antonio Pascual pronuncia la Lección Magistral ante los Duques de Soria, el presidente de la Diputación de Soria y el presidente de la FDSCCH
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El acto estuvo presidido por los Duques de Soria, SAR la Infanta Doña Margarita y el Dr. Carlos Zurita

5 julio 2017

La Fundación Duques de Soria de Ciencia y Cultura Hispánica celebró el 5 de julio de 2017 la inauguración del Curso Académico con la Lección Magistral de José Antonio Pascual y con la exposición de pintura del artista sevillano Luis Gordillo.

El acto estuvo presidido por los Duques de Soria, SAR la Infanta Doña Margarita y el Dr. Carlos Zurita, junto con el presidente de la Fundación Duques de Soria, Rafael Benjumea y el presidente de la Diputación de Soria, Luis Rey.

El académico José Antonio Pascual pronunció el discurso «La sensación de oralidad en El Quijote», mientras que Luis Gordillo inauguró la exposición “El mito de Carmen y otras historias”, que se puede contemplar en el Centro Cultural Palacio de la Audiencia.

DISCURSOS

Presidente de la Fundación Duque de Soria, Rafael Benjumea

Con la venia de la Señora y del Excmo Sr. Duque de Soria, Presidentes de Honor de la Fundacion. Sr Presidente de la Diputación, querido Luis, bienvenidos todos.

Un año más nos reunimos en este magnífico escenario del Aula Magna del Convento de la Merced sede de la Fundacion y de la Asociación Internacional de Hispanistas, gracias al generoso acuerdo de la Diputación de cedernos este edificio por 99 años.

Este acto académico tiene ya cerca de tres décadas de tradición y en este periodo han impartido la lección magistral personalidades tan destacadas en la lengua o literatura españolas como Rafael Lapesa, Julián Marías, Emilio Alarcos, Fernando Lázaro Carreter, Victor García de la Concha, Mario Vargas Llosas, Francisco Ayala, Camilo Jose de Cela o Jorge Edwards; historiadores como Gonzalo Anes, que hasta su muerte fue Vicepresidente de esta Fundacion y al que siempre recordaremos por la implicación, dedicación y cariño con que atendió nuestras actividades; hispanistas como John Elliot, patrono de la Fundacion, colaborador fundamental desde los primeros momentos, que ideó y puso en práctica el formato innovador de nuestros Seminarios, elemento básico de nuestra actividad. Este año nos acompaña Jose Antonio Pascual, catedrático de lengua española de la Universidad de Salamanca, prestigioso lingüista y académico de la Real Academia Española, que impartirá la lección magistral y al que quiero agradecer desde aquí su apoyo y colaboración desde hace muchos años.

Acabamos de inaugurar la exposición de Luis Gordillo, 24 años después de su primera exposición aquí en Soria en el Palacio de la Audiencia. A Luis Gordillo, un grande de la pintura contemporánea, la Fundacion Duques de Soria le esta enormemente agradecida, porque ha sido nuestro apoyo fundamental para que por Soria hayan pasado, exponiendo su obra, creadores tan importantes como Eduardo Arroyo, Lucio Muñoz, Rafols Casamada, Antoni Tapies, Rafael Canogar o Carmen Laffon, entre otros muchos. Espero que los sorianos disfruten de esta exposición y públicamente quiero dar las gracias a Luis -y también a Pilar su mujer- por su contante apoyo. También quiero agradecer y recordar de nuevo a Greg Wyatt, el destacado escultor estadounidense que nos donó el año pasado la escultura en bronce que está en el jardín de este Convento, que es una alegoría de D. Quijote y del Rey Lear en homenaje conjunto a Cervantes y Shakespeare. Soria, sede mundial desde 2013 de la Asociación Internacional de Hispanistas, es la única ciudad de España que puede sentirse orgullosa de tener una escultura de este artista tan reconocido en Estados Unidos y en Inglaterra.

He querido traer a colación todos estas personas, y querría haber citado a muchas otras, para agradecer su enorme colaboración. Nuestro numeroso colectivo de colaboradores de alto prestigio es sin duda uno de los activos más importantes que tiene esta institución, y podemos sentirnos orgullosos de ello. Hemos desarrollado lazos profesionales y de amistad con cuantos han participado en nuestras actividades, y entre ellos se han creado muchas relaciones fructíferas para sus trabajos. Por eso tenemos la satisfacción de haber desarrollado a lo largo de los años un valioso tejido de cooperación en muy diferentes campos de la cultura y de la ciencia, que ha enriquecido a sus actores: no lo decimos nosotros sino ellos mismos.

Este verano continuaremos con el tradicional ciclo de Confesiones de Autor que con tanto interés y acierto dirige Santos Sanz Villanueva desde hace muchos años y que ha traído a Soria para “confesarse” a una ilustres nómina de escritores españoles, con la ilustre excepción de José Saramago.

El Centro Internacional Antonio Machado sigue su camino, empezado hace ya tres años, y paso a paso se está consolidando para llegar a ser un referente para estudiantes extranjeros que busquen la inmersión en nuestra lengua y nuestra cultura. Este verano en el marco de los IV Encuentros de Soria el Centro ha programado dos ciclos: “Literaturas Laterales” y “Mitos literarios y construcción de relatos”, invitando a autores a reflexionar sobre sus libros y vivencias.

Para noviembre se están preparando unas Jornadas de investigación sobre la cultura celtibérica, con ocasión del año de Numancia, en colaboración con el Museo Numantino, promovidas por nuestro patrono el Prof. Alfredo Jimeno, que lleva años organizando en Soria para la Fundación ciclos interesantísimos de conferencias sobre el mundo celtibérico.

Y el próximo otoño se celebrara aquí en nuestra sede otro seminario del Paisaje dirigido por el Prof. Martinez de Pisón, también Patrono de la Fundación.

Además, en colaboración con la Universidad de Valladolid la Fundación va a convocar para el próximo otoño el acto solemne en la Real Academia de la Historia, para la investidura de un nuevo titular de la Cátedra Luis García de Valdeavellano de Historia de España.

El apoyo al Hispanismo Internacional ha sido desde el primer momento uno de los objetivos fundamentales de nuestra Fundacion, para intentar compensar la deuda de gratitud que los hispanohablantes tenemos con esa pléyade de estudiosos, repartidos por los cinco continentes, que sin pertenecer a nuestro ámbito lingüístico y cultural, dedican su vida al estudio y enseñanza de nuestra lengua y nuestra cultura. Desde la Fundación pensamos que debe llenarnos de orgullo el que nuestra lengua y nuestra cultura despierten tanto interés en el mundo. En este punto quiero recordar nuestra colaboración con la Universidad de Amberes desde hace más de 25 años, y nuestra colaboración con la City University of New York y con la Hispanic Society en el seminario de Textos Hispánicos. Y quiero anunciar que el año que viene en febrero se entregara en el Palacio de las Academias de Bruselas el tercer Premio Duques de Soria de Hispanismo en Bélgica, a la mejor tesis sobre literatura hispana de las siete Universidades belgas que tiene departamento de español, elegida por un jurado que preside el Director de la Real Academia Española, Darío Villanueva. Este premio tiene un promotor y mecenas con nombre propio: el Prof. Robert Verdonk, ilustre hispanista belga ilustre al que la Fundación debe enorme gratitud.

La Fundación mantiene el constante apoyo a la Asociación Internacional de Hispanistas, cuya sede está en este Convento. Como digo, el Hispanismo Internacional merece un acto de agradecimiento expreso, y en ese empeño estamos.

Tendremos también en este curso un nuevo Encuentro de Fronteras de la Ciencia, sobre física, en colaboración con las Universidades de Salamanca y Valladolid. Y contamos con convocar en el marco de la Cátedra Conde de Barcelona un nuevo encuentro luso español, en colaboración con el Ayuntamiento de Cascais, en Portugal.

Aunque la Fundación ha pasado por un periodo económicamente complicado no ha dejado de seguir adelante con sus objetivos, y de afrontar el futuro con esperanza e ilusión.

No quiero terminar sin poner en valor lo que en torno al proyecto de la Fundación se ha realizado con la suma del esfuerzo de muchos, y de subrayar nuestra convicción de que vale la pena seguir trabajando en las mismas líneas. Tenemos muchos proyectos en mente, contamos con muchos colaboradores que nos ayudan y con unos Presidentes de Honor que siempre ofrecen su entusiasmo y su ilusión. Por todo eso, mirando a su pasado, podemos augurar que a esta Fundación le espera aún un futuro importante.

Discurso del Excmo Sr. Duque de Soria, el Dr. Carlos Zurita

PALABRAS DEL EXCMO SR DUQUE DE SORIA, EN EL ACTO ACADÉMICO ANUAL DE LA FUNDACIÓN DUQUES DE SORIA DE CIENCIA Y CULTURA HISPÁNICA, EL 5 DE JULIO DE 2017, EN EL CONVENTO DE LA MERCED DE SORIA.

Excelentísimas e ilustrísimas autoridades, señoras y señores.

Esta fundación, nacida para fomentar la ciencia y la cultura hispánica, fue concebida hace treinta años imaginando -como muchos entonces- un mundo en paz y sin fronteras. Hoy, como en su origen, sigue siendo una apuesta decidida por un futuro de progreso entendido en su sentido más profundo: aquel que no se basa en la tecnología como un fin, sino que sabe que esta sólo es un instrumento.

Voy a describir ahora para ustedes, cuya presencia tanto agradecemos mi esposa la Infanta Margarita y yo, algunos de los hilos con que está tejida esta Fundación. Uno de ellos, objeto prioritario de nuestra atención, es el apoyo al hispanismo, y de modo especial al que practican quienes no pertenecen a colectivos hispanos, y que desde ámbitos culturales y lingüísticos distintos al nuestro dedican su vida a investigar y a enseñar los valores de nuestra lengua y de nuestra cultura común. No puedo dejar de mencionar aquí el Premio bienal de Hispanismo en Bélgica creado recientemente por la Fundación, que en febrero próximo cumplirá su tercera edición, debido al impulso y a la generosidad de un hispanista belga, el Profesor Robert Verdonk. Una de las metas que a corto plazo se ha planteado la Fundación, y en la que contamos con la ayuda inestimable de nuestro patrono el hispanista francés Profesor Botrel, es promover un homenaje público de reconocimiento y gratitud al colectivo de quienes integran el hispanismo internacional.

Otro de esos elementos que conforman nuestra esencia es el propósito de fomentar la investigación basada en el estudio, para ampliar las fronteras del conocimiento, y para transmitirlo a quienes nos siguen. Y ello desde la convicción de que si no ampliamos continuamente las fronteras del conocimiento y de la conciencia, los humanos habremos fracasado en nuestra misión de ser cada vez mejores. Por eso la Fundación ha promovido, y sigue promoviendo en la medida de sus recursos, seminarios que complementan la formación universitaria reglada y van un paso más allá. Porque la formación reglada, por definición, reduce la espontaneidad y tiende a dejar fuera de sus límites las áreas de conocimiento que por ser nuevas o divergentes difícilmente pueden ser regladas.

Hay un tercer elemento, que es básico y que ya he mencionado, y es el de transmitir a las siguientes generaciones los conocimientos y la capacidad de análisis y crítica acumulados, consustanciales al concepto mismo de humanidad. Por eso la Fundación tiene tantas esperanzas puestas en la brillante iniciativa que es el Centro Internacional Antonio Machado, dedicado a formar a jóvenes en nuestra legua y en nuestra cultura hispánica. El Centro Antonio Machado da vida día tras día a las viejas piedras de este Convento de la Merced, símbolo de nuestra íntima fusión con las tierras de Soria, y de nuestras sinergias con la Diputación de Soria, cuyo Presidente nos acompaña. En esta misma línea podemos situar la Residencia Universitaria, que ha alojado en este mismo Convento a tantos estudiantes, y cuya gestión encargamos a la Universidad de Valladolid hace ya veinte años. Esta Residencia, símbolo de nuestra estrecha vinculación con la Universidad de Valladolid, cuyo Rector está también hoy con nosotros, tiene ahora el reto de asegurar su viabilidad para alojar no solo a los estudiantes del Campus que por amabilísima deferencia de la Universidad lleva nuestro nombre, sino también a los estudiantes y profesores del Centro Antonio Machado, y a los hispanistas que viajen hasta Soria por ser desde hace cuatro años la sede mundial de la Asociación Internacional de Hispanistas.

La transmisión de conocimientos, capacidades y valores a las generaciones que nos siguen debe ir acompañada de la transmisión del patrimonio histórico y natural en el que se enmarcan. Y eso define otra de nuestras constantes líneas de acción: la de dar respaldo y soporte a quienes dedican sus esfuerzos a conservar para el futuro nuestro patrimonio común, nuestro paisaje cultural. La Fundación da ejemplo de ello potenciando el Instituto del Paisaje y sus seminarios y publicaciones; o recuperando y manteniendo en uso elementos de patrimonio como este Convento de la Merced o el Palacio de los Águila de Ciudad Rodrigo.

Lo que me lleva a destacar otro de los mimbres básicos de esta Fundación: los Encuentros Luso Españoles de la Cátedra que lleva el nombre del padre de la Infanta: Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona. Desde su sede española en Ciudad Rodrigo, y su sede portuguesa en Cascais, los Encuentros fomentan el acercamiento entre colectivos profesionales de Portugal y de España, en nuestra línea de subrayar todo lo que acerca a los distintos colectivos humanos.

Pero esto no es todo. La Fundación es mucho más que lo que he descrito. Porque no es fruto de un plan preconcebido diseñado al milímetro, sino que es producto de una evolución espontánea, casi biológica, generada a lo largo de los años por la interacción de los cientos de personas relevantes que han hecho suyos, han enriquecido y han desarrollado los fines fundacionales. Ellos son -siempre lo hemos dicho- nuestro mejor capital.

Y por eso, un año más, la Infanta Margarita y yo experimentamos con ocasión de este acto académico un intenso sentimiento de gratitud hacia todas aquellas personas que han hecho que la Fundación sea lo que es. Gratitud que hoy concretamos en José Antonio Pascual, cuya lección magistral vamos a escuchar a continuación, y en Luis Gordillo, cuya exposición hemos inaugurado hace una hora. Ambos son un claro exponente del acervo incomparable con que cuenta la Fundación. Con el Profesor Pascual empezamos a trabajar durante los preparativos del Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, en 1991. Y con Luis Gordillo cuando en 1993 inició la serie de exposiciones de arte con las que la Fundación ha traído a Soria a muchos de los mejores artistas españoles contemporáneos.

Junto a ese sentimiento de agradecimiento, experimentamos con fuerza otro sentimiento: el de esperanza. Esperanza en que cuando los que iniciamos hace tres décadas esta andadura empecemos a no tener el vigor necesario para mantener con el ritmo justo el impulso que mueve a la Fundación, otros más jóvenes tomen el relevo y mantengan la Fundación en la línea de evolución constante que la define.

Y esta nueva generación tendrá la ventaja de poder hacerlo desde la base, la trayectoria y el prestigio que entre todos hemos construido, y sobre ello podrán soñar y trabajar -como nosotros hace treinta años- por un mundo en paz y sin fronteras.

Muchas gracias.